(Casi) cualquier sistema se sostiene, sustentado por entes íntegros; toda deficiencia que éste presente será enmendada por los entes que la componen de forma natural. El problema de los sistemas deficientes, premeditados o no, es que cuando se afecta a la integridad de los entes acaécense tales mediocridades, acentuadas por la sensación individuo a individuo de disociación, en el sentido psicológico social; de un modo subconsciente, se ha creado la imagen de la sostenibilidad del sistema sin recurrir a sus razones subyacentes reales y deja un margen de reacción bastante reducido.
La funcionalidad evidente del sistema ha de ser un "automático" pero no autómata que consiga el funcionamiento en caso de la incapacitación activa de la integridad de los entes, ya que metaforizado como una escala, una cuerda que suspenda la caida aunque no consiga ascensos. No se puede entender el avance "temporal" en su definitorio de forma tergiversada, bien por la patología mental o bien por la incapacidad interactiva, el cegado de interacciones es lo conocido por colapso por los entes cognoscitivos o extinción de unos interactivos.
La inadvertencia es falta de aprehensión, y el hecho resulta siempre de la falta de vitalismo, estrechamente relacionado con la falta de capacidad. Los usos de la vida están relacionados con la vida que funcionar; si no hay vida que funcionar sus usos son ridículos y pasan a ser un mero nombre, que en caso de incapacidad pasan desapercibidos. Todos los sistemas de alienación subyacen en la realidad diferida, que es un concepto risible cuanto menos, ya que no es ni concepto. La realidad diferida consiste en presentar la existencia como un conflicto de intereses y deriva del vacío del yo que conlleva directamente al egoísmo; mi verdad, tu verdad, nuestra verdad son formas ridículas de presentar que cuando llamamos preferencia de algo es que es lo que me viene bien a mí, pero resulta que en tu verdad no. Esto, junto a la maldad es uno de los mayores bulos que las conciencias primitivas alcanzan a intentar racionalizar para concebir la realidad de un modo menos hiriente a dicho consciente perturbado o también limitado por otras instancias. Utilizar los argumentos habidos, excluir (porque tu comprensión no da para mucho más en enfermedad varia) tres cuartas partes de su completo significado y hacer de ello una mezcolanza vestida de eclecticismo de argumentos a favor es un método de los sistemas alienantes por los alienados de sí mismos. Que la religión es un crimen propagado por un ente en extinción incapacitado (de propia capacidad) se evidencia en esta condición de sistema motivador de problema y oferta de su solución, siempre aprobechándose de la debilidad mental de a quien va dirigida. Incomprender tres frases sueltas de la ciencia suele ser también una usanza de esta tipología de seres resultantes de la incapacidad de vida, fascinados por su usanza tecnológica sin embargo.
Los datos que suelen ser excluidos por estos seres son: los procesos de la inteligencia, los estados de evolución de un caso concreto de vida y la "dirección" cercana que ésta siempre presenta, la sobrecompensación mental de pequeñez y de impotencia de control de una situación mediante la compulsividad de un acto (una comunidad de cojos, por ejemplo para decir que ganas tú en la carrera es haber ganado posición) En definitiva, los sistemas de pedaleo que buscan imposición ante la bicicleta y sin tener a dónde ir son síntomas característicos de la agonía de un ser innecesario, bien sea social o individual.
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