martes, 27 de diciembre de 2011

Redactado por la Comisión de Pensamiento de la Asamlea Popular de Villaverde

Si por un momento nos abstrajéramos de lo que vivimos y nos hacen llamar vida y observáramos a ese o aquella que se sienta a nuestro lado en el autobús. Si un día cualquiera nos preguntásemos quién estará justo en el opuesto del mundo y si le importa que hace unos días me hayan despedido del trabajo.
Si será empática a la temeridad sentida de que el sistema me excluya definitivamente. A mí y a mi familia.

Quizás entonces te preguntes por todas las cosas que nos hacen iguales frente a lo más cotidiano de la vida y a lo más escalofriante de la muerte. Frente al estruendo de un reloj en una noche de insomnio. Frente a la desgracia de los oprimidos o de los opresores.

Quizás te des cuenta de que todos vivimos bajo el mismo cielo y sobre la misma tierra; que todos los seres humanos, más allá de humanos, buscamos participar de lo que transciende en el hombre y ser personas. Que como personas, necesitamos vivir en sociedad y formar parte de todo en el espacio y el tiempo que algunos llaman Humanidad, cuya evolución impplicamos desde nuestro nacimiento por nuestra inteligencia y libertad hacia, lo que esperamos sea, un marco de Amor y Respeto; justo y bueno.

Pero ¿a qué común podemos aspirar? A la dignidad humana. Esto es " nada por encima del ser humano y ningún ser humano por encima o por debajo del otro" y sólo por el hecho de nacer nos hemos de reconocer dignas y con el derecho de "poder" para desarrollarnos de acuerdo a nuestra razón y libertad, y al mismo tiempo de asumir con responsabilidad (el DEBER) las consecuencias de nuestra libre acción, siempre encaminada hacia el bien común.

Vivimos para aprender a pensar. Pensamos para aprender a vivir, y eso significa ser conscientes de nuestras razones inherentes como personas físicas, emocionales, sociales e intuitivas e impulsar el crecimiento de todas nuestras facetas en pos de un aprehendimiento más profundo y basta que recoja y anime la Vida y la de todos los seres.

Esta formación integral de la persona se entiende desde el movimiento 15-M como necesaria. Apuesta por una transformación interna (a nivel de conciencia común basada en el respeto, lo cooperativo, la solidaridad, el pensarnos "libres, dignos y capaces") y externa (compromiso social para asegurar los atributos de la persona mediante la revolución política, de valores, social, educativa...) con el fin de conseguir entre todos un mundo más justo.

El texto fue redactado por Carmen, y redactado en su forma final por la el Grupo de trabajo de Pensamiento de esta comisión en la Asamblea Popular de Villaverde

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